miércoles, 17 de diciembre de 2014

Rebote técnico pero difícil apostar por un suelo fiable

En las claves de ayer comentábamos “sólo los perfiles más arriesgados, deberían aumentar riesgos en cartera bajo la apuesta de que la FED volverá a contentar al mercado e incluso el BCE diga algo no descontado. Los menos arriesgados, preferentemente deberían esperar a que haya una figura de suelo en los activos de riesgo para aumentar riesgos. Mientras el futuro del petróleo continúe la caída libre, mejor mantenerse a la espera”.

Evidentemente, entendemos que los mercados se están pasando de frenada con la depreciación del rublo, la caída del petróleo y de las materias primas en general, y sobre todo por la posible burbuja en los activos de renta fija más segura. Pero cómo dijo Keynes "El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente", así que preferimos esperar  a un suelo fiable o que se aclare el panorama actual con menos riesgo en cartera. Y el suelo fiable nos lo debe marcar el petróleo. Es el desplome de este activo el que está ocasionando el pánico actual en los mercados de países productores, en las empresas del sector energético y en las empresas del sector industrial más  vinculado a la industria del petróleo.

La prueba de que es el petróleo el activo que están vigilando los inversores para aumentar el riesgo de las carteras es que el amago de rebote del mismo, fue el que ocasionó el fuerte giro alcista de los mercados de riesgo. En el siguiente gráfico se aprecia que desde las 15h00 hasta el cierre de las bolsas europeas, el futuro del West Texas subió nada menos que un 6.6%.



El rebote del Petróleo provocó que los inversores más arriesgados comprasen los activos que más habían corregido. El Ibex subió en ese periodo más de un 4% (400 puntos), el MIB 30 italiano subió un 5%. Curiosamente el rebote del MIB 30 italiano se produjo en la zona de mínimos de octubre, tal y como se aprecia en el gráfico. Justo la zona de 17.800 que comentábamos ayer, funcionó como soporte. De ahí que sigamos pensando que el MIB 30 italiano sea el indicador adelantado de la “salud” de las bolsas europeas. Ya tenemos el nivel de soporte para este índice. Si pierde el 17.800 en cierre significaría que lo visto ayer es sólo el denominado rebote del gato muerto. Si supera la meda de 500 sesiones que pasa por la zona de 18.800 puntos, diríamos que el rebote puede tener continuidad y confirmarse que acaba la corrección.



Fuera del MIB 30, tenemos que el mínimo del Eurostoxx 600 coincide exactamente con la media de 500 sesiones. Nivel que a priori puede ser buena zona donde intentar formar un suelo de mercado. Además estos niveles son la zona que salvo en octubre ha servido de soporte durante todo el año (al igual que el 350 ha sido zona de resistencia en el mismo periodo. En definitiva, viendo este gráfico se aprecia que a pesar del aumento de volatilidad, las bolsas europeas siguen en un claro lateral.



El rebote del petróleo, unido a los rumores de que el banco de Rusia comenzó a usar sus reservas de dólares para controlar su moneda, provocaron que finalmente el rublo frenase su desplome. Ayer en las claves comentábamos que tras ganar un 9% acabó perdiendo toda esa subida. Pues bien, no sólo perdió la recuperación sino que en el intradía sino que acabó cundiendo el pánico y desde los mínimos de la sesión el rublo se depreció (en el gráfico vemos la apreciación del dólar) nade menos que un 35.88%. Pues miren el gráfico de la sesión de ayer y la de hoy y aprecien los nervios y volatilidad que hay en torno a la divisa rusa en su cambio frente al dólar.



Así pues, difícil hacer pronósticos sobre si lo de ayer es suelo o no de los mercados de riesgo. Y mientras los mercados se declinan sobre si Rusia está al borde del abismo o es una oportunidad de compra, en Europa seguimos con el mismo problema. Y el problema no es otro que estamos acabando el año, y parece que el BCE sólo piensa en las vacaciones de navidad y no termina de dar pistas claras de cuáles serán las herramientas que pondrán sobre la mesa para evitar los riesgos de deflación. En noviembre todos estábamos muy contentos con las palabras de Draghi al decir que actuaría rápido para generar inflación, pero ha pasado casi un mes, y las expectativas siguen cayendo a plomo. Con este gráfico de expectativas de inflación en caída libre es difícil pensar que el posible suelo de ayer sea fiable. Las de un año están ya en -0.40%, pero es que las de 5 años también están en mínimos históricos al 0.50%.



Muy complicado lo tiene el BCE si quiere conseguir su objetivo de inflación en el 2%. Desde luego se ve muy lejos este nivel. Sobre todo si vemos que el balance del BCE no termina de aumentar de los 2 billones de euros. El TLTRO ha sido un fracaso ya que los bancos solicitaron poco más de la mitad de los 400.000 millones que el BCE estimaba. Así que Draghi tiene que inventarse algo y muy pronto si quiere que los inversores no empiecen a aumentar en sus escenarios de 2015 la probabilidad de que Europa entre en clara recesión.



Así pues, los más arriesgados pueden aumentar el riesgo y vigilar los mínimos de ayer tanto del petróleo como de los índices europeos como nivel de stop de pérdidas. Los más conservadores deberíamos esperar a que haya más pistas sobre una mejoría sostenible y sobre todo que se alejen los temores de deflación en Europa para incrementar riesgos. Viendo cómo el bono alemán no para de ganar atractivo, preferimos pensar que los inversores de renta fija son más “listos” que los de renta variable y pensar que compran bonos a 10 años al 0.58% en mínimos históricos es porque la situación macro no es la más idónea para aumentar riesgos. Deberíamos esperar a que haya ventas de bonos refugio para que el rebote de los activos de riesgo sea fiable.

Evolución de la tir del bono alemán a 10 años.



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