Tras los
últimos acontecimientos y respuestas de los mercados a las incertidumbres que
hay sobre la mesa, llego a la conclusión de que no estamos ante un techo
relevante del mercado. Aunque las alzas de los mercados generan una euforia
inevitable, muchos factores de incertidumbre siguen ahí. Enormes montañas de
deuda emitida, probable salida de Grecia, el conflicto de Rusia con
Ucrania, los ataques terroristas islamistas, la bajada del precio del petróleo,
la desaceleración económica en China, el cambio de sesgo de la política
monetaria en USA y Reino Unido, etc…
Sin embargo, la
actuación de los bancos centrales abaratando tanto el precio del dinero,
incluso poniéndolo en negativo, que obliga a los inversores a aumentar en sus
carteras más riesgo del que su umbral de sueño le permite. En cierta medida en
nuestro subconsciente siempre tenemos la idea de que si hay correcciones son
oportunidades de compra ya que algún banco central tomará medidas para seguir
relanzando a los mercados. Vuelvo a poner el gráfico del S&P500 con todas
las medidas anunciadas por la reserva federal. De este gráfico quiero destacar
hoy la situación del S&P500 justo en el momento del anuncio del QEIII. Ese
QEIII era similar al lanzado por el BCE ya que eran compras mensuales
vinculando su finalización a la consecución de objetivos de crecimiento y de
paro.
El anuncio se
produjo en Septiembre del 2012. Las bolsas europeas y sobre todo las de los
países periféricos estaban en mínimos tras sufrir severas correcciones en el
verano del 2012 por el miedo a que España pudiera impagar sus deudas. Pues
bien, el S&P500 había subido un 110% desde los mínimos del 2009 y estaba
cerca del doble techo (1550 puntos) de máximos históricos marcados tanto en el
año 2000 como en el 2007. A la vista de los acontecimientos, ese QEIII de la
reserva federal fue clave para que las bolsas de Estados Unidos superasen los
máximos históricos y hoy coticen casi un 50% por encima de los precios a los
que cotizaba en septiembre del 2012.
Pues miren el
gráfico del Eurostoxx 600. El BCE ha anunciado el QE justo cuando el Eurostoxx
600 ha subido un 120% desde los mínimos del 2009 y estaba a una distancia
similar del doble techo de los máximos del 2000 y 2007. Viendo la reacción en
este inicio de año del Eurostoxx 600, parece que ante el techo de los 400
puntos, la reacción del Eurostoxx 600 será más parecida a la del S&P500 en
el 2013 que la de un nuevo techo relevante.
Y es que todos
los riesgos que hay sobre la mesa son ya conocidos y por tanto, bastante
descontados por el mercado. Hemos visto estos días cómo la rentabilidad de los
bonos de Estados Unidos y de Reino Unido ya han repuntado más de 50 p.b. sin
que hayan tomado ninguna decisión. En Europa, el sectorial bancario se ha
quedado muy por detrás del resto de sectores justo por el riesgo de que Grecia
salga del Euro. El mismo euro ya se ha depreciado y cubierto casi todo el
recorrido bajista atendiendo a los riesgos actuales. El Rublo ya no ha seguido
depreciándose tras las fortísimas correcciones del año pasado. Las materias
primas y el petróleo también han podido agotar todo el recorrido bajista que se
podría explicar por el exceso de oferta sobre la demanda (debido a un menor
crecimiento mundial).
Evidentemente
lo que puede hacer que el techo sea relevante y los mercados entren en una
nueva espiral bajista no son las incertidumbres que hemos comentado hoy, sino
las que el mercado ni se imagina a día de hoy. Mientras tanto, debemos seguir
la tendencia y saber que si los riesgos que conocemos hoy se van convirtiendo
en ciertos, pues generarán volatilidad y posiblemente se traduzcan en
correcciones, pero correcciones dentro de la tendencia principal que es
claramente alcista.
Tenemos que
conocer los riesgos, pero también las oportunidades. Y la oportunidad para la
renta variable en general y europea en particular es que sus empresas se
financian más barato que nunca, que han ganado competitividad gracias a la
debilidad del euro, que sus costes de energía y de materias primas son los más
bajos desde 2009, que son empresas más globales que nunca, que (por desgracia
para los trabajadores) sus costes laborales no se incrementarán a corto plazo
debido a las altas tasas de paro, y sobre todo, que seguirá habiendo muchísima
liquidez y a precios más baratos que nunca.
Estos factores
positivos debemos tenerlos siempre en mente pues serán claves para empujarnos a
tomar la decisión de aumentar riesgos en cartera. Aumentar riesgos en cartera
hoy mismo si no tenemos nada, y si ya los tenemos pero aún podríamos
aumentarlos más, tener prudencia y esperar esos posibles recortes comentados
para poder aumentarlos.
De Grecia y de
la negociación con el Eurogrupo preferimos no aventurarnos a adivinar qué va a
pasar. Lo que sí está claro es que si finalmente no hay negociación y dejaran
salir a Grecia del Euro, tenemos ya el cuerpo preparado y no habría gran
pánico. La propia agencia de calificación crediticia Standard &
Poor´s señaló ayer que una hipotética salida de Grecia de la zona euro
tendría "riesgos limitados" de contagio directo a otros países de la
unión monetaria y, por lo tanto, no conllevaría "implicaciones
significativas" para sus ratings.
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