Parece que por
fin podemos respirar tranquilos, salvo sorpresa de última hora, al llegar a un
acuerdo el gobierno griego con sus principales acreedores. Las bolsas en
general y las europeas en particular están en máximos anuales, celebrando que
de momento Grecia se mantiene en el Euro. En los siguientes gráficos de velas
diarias observamos que estamos en resistencias que han frenado la euforia y
demuestra que gran parte de la alegría por el acuerdo final ya estaba
descontando.
Evolución del
Eurostoxx 50. La semana pasada superó al alza el lateral de las tres últimas
semanas entre 3.350-3400 y se ha ido directamente a la zona que une los máximos
desde 2011. Zona clara de resistencia, que además viene acompañada de un RSI en
sobrecompra.
No obstante,
tal y como comentábamos el viernes pasado, no tenemos la sensación de estar en
un techo relevante del mercado. Es complicado que se supere a la primera esta
resistencia pero también es complicado pensar en un giro brusco bajista. El
principal soporte será a partir de la próxima semana la nueva liquidez que vía
BCE inundará el mercado.
En el siguiente
gráfico vemos que las manos fuertes están acompañando perfectamente el
movimiento alcista del Eurostoxx. El saldo comprador de las operaciones de más
de 10.000 títulos está en máximos de los 6 últimos meses, superando con creces
los picos de agosto y noviembre del 2014.
Todo lo contrario
ocurre con el saldo comprador de las operaciones de menos de 10.000 títulos. En
el último tramo de la semana pasada en el que el Eurostoxx rompió al alza el
lateral comentado, apenas participaron. Sólo en la sesión del viernes se
animaron a comprar y el saldo dista muchísimo de los máximos alcanzados el
verano pasado. En definitiva, las manos fuertes optimistas y las débiles algo
más desconfiadas no es una muestra de techo relevante desde el punto de vista
de la teoría de la opinión contraria.
El Ibex 35 se
encuentra también en una clara resistencia. Tras superar la zona de 10.500
puntos al alza la semana pasada este nivel se convierte en soporte. Por arriba
la zona de máximos del año pasado (11.000-11.200) vuelve a comportarse como
freno para nuestro selectivo.
Las
resistencias están para superarse, pero de momento están ahí. Para superarlas,
sin duda la evolución de los resultados empresariales será clave. Esta semana
está muy cargada de resultados de las principales compañías europeas. Entre
otras les toca a Abengoa, Día, Almirall, HSBC, BHP, Enagás, Ferrovial, Valeo,
O2, Vallourec, Red eléctrica, Endesa, Telefónica, Ebro, AXA, Saint Gobain,
Suez, Eiffage, Fresenius, Bouygues, Grifols, Antena 3, Acerinox, Repsol, Indra,
Tl5, Prosegur, Catalana Occidente, Gamesa, NHH, OHL, Acciona, RBS, Bayer, DTE,
Allianz, Veolia, Ahold, Jazztel, ACS, Viscofan, BME, Amadeus. IAG, Airbus,
Vivendi, BASF, Lloyds etc….Será clave no sólo los resultados que presenten sino
las previsiones de las compañías para este ejercicio y la revisión de los
analistas de los beneficios estimados. Con los beneficios actuales estimados,
las valoraciones son demasiado ajustadas cómo para pensar en una ruptura
alcista fácil de las resistencias comentadas.
En los
siguientes gráficos vemos la evolución de los índices frente a las bandas de
per estimados que históricamente han resultado caras o baratas.
Para el
conjunto de las compañías del Eurostoxx 50 se espera para este ejercicio un BPA
de 259.21 puntos, lo que significa un PER estimado de 13.6x (Eurostoxx en 3.522
puntos). Esto sitúa al Eurostoxx en una banca “cara” en términos históricos.
Lo mismo ocurre
con el S&P500. Se espera para este año unos beneficios de 134 puntos, que
significa un PER estimado de 15.73x, también en la banda “cara” en términos
históricos.
Así pues, para
que las alzas sean sostenibles y la renta variable sigua subiendo, necesitamos
una revisión al alza de los beneficios empresariales para que la bolsa no pase
de “cara” a “excesivamente cara”, hecho que ocurriría si el PER estimado fuese
superior a 15x en el S&P500 y 14X en el Eurostoxx 50.
¿Quiere esto
decir que esperamos una gran corrección de los mercados? NO. Lo que
decimos es que las bolsas no están a precios atractivos, por lo que se
necesitan nuevos alicientes para que puedan seguir subiendo. Y si suben sin
esos alicientes pasarán una frontera peligrosa y pasarán a estar muy caras. Por
otro lado hay que destacar la expansión de múltiplos generada por los bancos
centrales. Estos, al abaratar tanto el coste del dinero e incluso ponerlos en
negativo (la rentabilidad de los bonos del tesoro refugio a plazo de menos de 5
años están por debajo del 0%), hacen que sea muy poco probable que los
inversores dejen caer a los índices de renta variable a “precios atractivos”.
Es decir, vemos muy complicado que el Eurostoxx cotice a PER estimados
inferiores a 12X y el S&P500 por debajo de 13X con los tipos de interés
actuales. Haciendo el inverso del PER estaríamos hablando de una rentabilidad
de la bolsa del 8.33% para el Eurostoxx 50 y del 7.7% para el S&P500. Este
es el principal motivo por el que pensamos que cualquier corrección del mercado
será aprovechado por los inversores para comprar renta variable. De ahí que
sigamos pensando que hay que tener renta variable en cartera (aunque sea a
través de activos menos volátiles que los índices) para acompañar si sigue
subiendo y ver las posibles correcciones como oportunidad en vez de como
riesgo.
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