viernes, 12 de junio de 2015

¡¡Qué difícil es hacer apuestas sobre Grecia!!

Con la de hoy, quedan trece sesiones de mercados para acabar el mes de junio. Y tal y como hemos comentado esta semana, serán 13 sesiones en las que seguiremos con el ruido que generan las negociaciones de Grecia. El martes el mercado se paró justo en los niveles de soporte con la excusa de que podría cerrarse un acuerdo (o al menos acercamiento de posiciones) en la sesión de ayer o incluso en la del miércoles. Los inversores tomaron posiciones alcistas anticipándose al posible acuerdo, ya que tras las correcciones, había más riesgo de estar fuera y perderse un fuerte rebote que de estar dentro y seguir corrigiendo. Pero ayer por la tarde el FMI se encargó de enfriar el optimismo de los mercado y de nuevo el posible acuerdo queda relegado a futuras reuniones. El día 18 de junio hay otra cumbre europea en la que se verán las caras el gobierno griego con sus acreedores europeos.

Y digo con sus acreedores europeos, porque en las últimas semanas el FMI se está desmarcando claramente en las negociaciones. Se nota que el FMI tiene un tinte menos político y están dejando claro que sólo prestan dinero a países que tienen capacidad de devolver las deudas. Y el país heleno si no acomete reformas (e incluso acometiendo hay bastantes dudas) no podrá devolver lo que debe. Sin embargo, las negociaciones con los socios europeos sí que tienen un claro tinte político y por alguna razón política, está claro que hasta Alemania no quiere que se produzca la salida de Grecia de la zona euro. Lo que tengo dudas es si no quiere que se produzca el Grexit o lo que no quieren es que se produzca en este momento.

Creo que este es el punto de partida básico a la hora de hacer una apuesta sobre Grecia. Entiendo que la mayoría de economistas, de gestores de fondos y de inversores en general contempla en sus escenarios la posibilidad de que se produzca un impago de Grecia e incluso la salida de Grecia del Euro. Unos le darán más probabilidad que otros, pero está claro que si se produce, no será una sorpresa para el mercado. Es decir, que en cierta medida el mercado está preparado para ello, no sería un cisne negro, y no tendría por qué cambiar la tendencia de largo plazo. El problema entiendo que es cuándo se produzca. El BCE, la comisión europea y los ministros de finanzas europeos no quieren que se produzca ahora, puesto que los datos macro nos están diciendo que la recuperación económica europea es incipiente y aún no está consolidada. El verano pasado estábamos al borde de la recesión y con peligro de entrar en escenarios de deflación y justo el primer trimestre de 2015 y los indicadores adelantados de este trimestre empiezan a descontar la soñada recuperación económica.

Así pues, si Grecia hace default o sale del euro, podría (a pesar del cortafuegos del QE del BCE) desencadenar una huida de los inversores que pondría en peligro la recuperación económica. Por tanto de hacer una apuesta, entiendo que me inclinaría por una nueva patada hacia adelante al problema, con un acuerdo en el último minuto, para renegociar condiciones de un mega plan de rescate a final de año. Si la recuperación económica europea está más asentada por entonces, sí que será más probable ver la vuelta de Grecia al Dracma.

Y es que en cierto modo todos temen o tememos que un default desordenado este verano de Grecia pondría en peligro la recuperación y ocurra algo similar a lo que pasó con el primer rescate heleno en el año 2010. Ese rescate se produjo justo cuando Europa se recuperaba de la recesión provocada por la crisis financiera originada con Lehman y las subprime.
En el gráfico siguiente tenemos la evolución el IPC (línea blanca), PIB trimestral (línea amarilla) y PIB anual (Línea verde). He sombreado el año 2010 y cómo el PIB de la zona euro se contrajo desde entonces por el contagio de Grecia al resto de periféricos. El resto ya lo sabemos todos. Y justo éste trimestre vemos cómo vemos ligera recuperación del PIB trimestral y anual unido a repunte de inflación. Los fantasmas de recesión y deflación parecen alejarse pero aún estamos lejos de los niveles de crecimiento e inflación que tenía la eurozona en el verano del 2010.


Si además tenemos en cuenta que el primer trimestre de Estados Unidos no ha ofrecido buenos datos macro, y tenemos bastantes países latinoamericanos en recesión, a China creciendo cada vez menos y a Rusia con bastantes problemas, no parece que sea el momento más idóneo para que los mercados se enfrenten a la quiebra de un país europeo. Así pues, El escenario más probable es que continuemos este mes de junio con fuerte volatilidad y los índices europeos moviéndose en los laterales de los últimos meses.

El Eurostoxx 50, con más peso de los países periféricos (y todos de la zona euro) en un lateral bajista que señalo con las dos líneas rojas….


Y el Eurostoxx 600 que incluye acciones europeas de fuera del euro, se mueven en un lateral que he rodeado en verde.


En medio de estos laterales, cualquier movimiento es posible. Los índices irán rebotando y corrigiendo de forma compulsiva según los rumores y opiniones que nos vayan llegando cada día. El que quiera tratar de acertar cada uno de los posibles movimientos le deseo suerte, pero es bastante complicado. Si sigue cualquier sistema lo más probable es que le pille a contrapié en casi todos los movimientos. Lo más sensato en estos laterales es aprovechar varios días de rebote para deshacer algo de riesgo y varios días de recortes para incrementarlo. Y tomar decisiones de mayor calado cuando los índices salgan del lateral comentado. Si finalmente hay una patada hacia adelante, lo más seguro es que tanto el eurostoxx 50 como el 600 rompan los laterales comentados al alza.

¿Y si no se llega a un acuerdo este mes y Grecia no recibe asistencia finaciera? Aunque no sea nuestro escenario más probable, hemos de tenerlo en cuenta. Si a final de junio los socios europeos no prestan asistencia financiera a Grecia, el estado griego no podrá pagar al FMI los 1.600 millones de euros que le vencen. Se producirá un default y el BCE no podrá prestar asistencia financiera y Grecia no podrá conseguir financiación en el mercado (esta misma semana ha emitido letras del tesoro con buena acogida por parte de los inversores). Por muy descontado que lo tengan los inversores, lo más probable es que haya una corrección más o menos severa del mercado. Entonces habrá que ver los índices europeos a más largo plazo. Lo más probable es que tanto el Eurostoxx 50 como el Eurostoxx 600 busquen soportes en niveles inferiores a los mínimos de mayo que este mes han frenado las cotizaciones.

Evolución en velas semanales del Eurostoxx 50. Los soportes de medio plazo los situamos en la zona de 3.300 (máximos del año pasado y media de 50 semanas) y en 3.100 (directriz alcista iniciada en el verano del 2012 y media de 500 semanas).



Si se diera este caso y el Eurostoxx corrigiese hasta esta zona, sería una clarísima zona de compra. Los inversores se darían cuenta de que la salida de Grecia del Euro no tiene efectos devastadores para el resto de la eurozona (los cortafuegos ni la liquidez, ni los tipos de interés de hoy son los que teníamos en 2010) y verían la corrección como oportunidad de compra.

Algo similar ocurre con el Eurostoxx 600. Podría irse sin problemas a la zona de 350-365 puntos y seguiría estando en el canal alcista de medio plazo y por encima de las principales medias de largo plazo.

¿Estamos preparados para ver las bolsas europeas caer un 10% adicional a las caidas que se ha producido? Esa es la primera pregunta que debemos hacernos cuando entramos en renta variable. La renta variable es volátil y siempre puede haber correcciones incluso superiores aunque estemos en una tendencia alcista tan clara como la que estamos. Este no es nuestro escenario más probable pero debemos estimarlo como un escenario probable. Hacer este ejercicio mental es muy sano porque es la única manera de poder ver las posibles correcciones como oportunidad de compra. Si no nos lo habíamos planteado, y se produce, entraremos en pánico y muy posiblemente deshagamos la inversión justo el día que el mercados se gira a la baja.

Así pues, cómo nuestro escenario central es que tendremos un mes de alta volatilidad y finalmente habrá solución transitoria a Grecia, mantenemos riesgo de renta variable en cartera pero por debajo de los límites que admite cada perfil de riesgo y siempre a través de activos menos volátiles que los índices. De esta forma si rompemos al alza acompañaremos al mercado y si hay correcciones, caeremos menos y podremos aumentar riesgo cuando lleguemos a los soportes principales.


Pero a corto plazo no animo a nadie a que se juegue todo o nada ver qué pasa con Grecia y sus negociaciones con los acreedores.  

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