Con la de hoy, quedan trece sesiones de mercados para
acabar el mes de junio. Y tal y como hemos comentado esta semana, serán 13
sesiones en las que seguiremos con el ruido que generan las negociaciones de
Grecia. El martes el mercado se paró justo en los niveles de soporte con la
excusa de que podría cerrarse un acuerdo (o al menos acercamiento de
posiciones) en la sesión de ayer o incluso en la del miércoles. Los inversores
tomaron posiciones alcistas anticipándose al posible acuerdo, ya que tras las
correcciones, había más riesgo de estar fuera y perderse un fuerte rebote que
de estar dentro y seguir corrigiendo. Pero ayer por la tarde el FMI se encargó
de enfriar el optimismo de los mercado y de nuevo el posible acuerdo queda
relegado a futuras reuniones. El día 18 de junio hay otra cumbre europea en la
que se verán las caras el gobierno griego con sus acreedores europeos.
Y digo con sus acreedores europeos, porque en las
últimas semanas el FMI se está desmarcando claramente en las negociaciones. Se
nota que el FMI tiene un tinte menos político y están dejando claro que sólo
prestan dinero a países que tienen capacidad de devolver las deudas. Y el país
heleno si no acomete reformas (e incluso acometiendo hay bastantes dudas) no
podrá devolver lo que debe. Sin embargo, las negociaciones con los socios
europeos sí que tienen un claro tinte político y por alguna razón política,
está claro que hasta Alemania no quiere que se produzca la salida de Grecia de
la zona euro. Lo que tengo dudas es si no quiere que se produzca el Grexit o lo
que no quieren es que se produzca en este momento.
Creo que este es el punto de partida básico a la hora
de hacer una apuesta sobre Grecia. Entiendo que la mayoría de economistas, de
gestores de fondos y de inversores en general contempla en sus escenarios la
posibilidad de que se produzca un impago de Grecia e incluso la salida de
Grecia del Euro. Unos le darán más probabilidad que otros, pero está claro que
si se produce, no será una sorpresa para el mercado. Es decir, que en cierta
medida el mercado está preparado para ello, no sería un cisne negro, y no
tendría por qué cambiar la tendencia de largo plazo. El problema entiendo que
es cuándo se produzca. El BCE, la comisión europea y los ministros de finanzas
europeos no quieren que se produzca ahora, puesto que los datos macro nos están
diciendo que la recuperación económica europea es incipiente y aún no está
consolidada. El verano pasado estábamos al borde de la recesión y con peligro
de entrar en escenarios de deflación y justo el primer trimestre de 2015 y los
indicadores adelantados de este trimestre empiezan a descontar la soñada
recuperación económica.
Así pues, si Grecia hace default o sale del euro,
podría (a pesar del cortafuegos del QE del BCE) desencadenar una huida de los
inversores que pondría en peligro la recuperación económica. Por tanto de hacer
una apuesta, entiendo que me inclinaría por una nueva patada hacia adelante al
problema, con un acuerdo en el último minuto, para renegociar condiciones de un
mega plan de rescate a final de año. Si la recuperación económica europea está
más asentada por entonces, sí que será más probable ver la vuelta de Grecia al
Dracma.
Y es que en cierto modo todos temen o tememos que un
default desordenado este verano de Grecia pondría en peligro la recuperación y
ocurra algo similar a lo que pasó con el primer rescate heleno en el año 2010.
Ese rescate se produjo justo cuando Europa se recuperaba de la recesión
provocada por la crisis financiera originada con Lehman y las subprime.
En el gráfico siguiente tenemos la evolución el IPC
(línea blanca), PIB trimestral (línea amarilla) y PIB anual (Línea verde). He
sombreado el año 2010 y cómo el PIB de la zona euro se contrajo desde entonces
por el contagio de Grecia al resto de periféricos. El resto ya lo sabemos
todos. Y justo éste trimestre vemos cómo vemos ligera recuperación del PIB
trimestral y anual unido a repunte de inflación. Los fantasmas de recesión y
deflación parecen alejarse pero aún estamos lejos de los niveles de crecimiento
e inflación que tenía la eurozona en el verano del 2010.
Si
además tenemos en cuenta que el primer trimestre de Estados Unidos no ha
ofrecido buenos datos macro, y tenemos bastantes países latinoamericanos en
recesión, a China creciendo cada vez menos y a Rusia con bastantes problemas,
no parece que sea el momento más idóneo para que los mercados se enfrenten a la
quiebra de un país europeo. Así pues, El escenario más probable es que
continuemos este mes de junio con fuerte volatilidad y los índices europeos
moviéndose en los laterales de los últimos meses.
El
Eurostoxx 50, con más peso de los países periféricos (y todos de la zona euro)
en un lateral bajista que señalo con las dos líneas rojas….
Y el
Eurostoxx 600 que incluye acciones europeas de fuera del euro, se mueven en un
lateral que he rodeado en verde.
En
medio de estos laterales, cualquier movimiento es posible. Los índices irán
rebotando y corrigiendo de forma compulsiva según los rumores y opiniones que
nos vayan llegando cada día. El que quiera tratar de acertar cada uno de los
posibles movimientos le deseo suerte, pero es bastante complicado. Si sigue
cualquier sistema lo más probable es que le pille a contrapié en casi todos los
movimientos. Lo más sensato en estos laterales es aprovechar varios días de
rebote para deshacer algo de riesgo y varios días de recortes para
incrementarlo. Y tomar decisiones de mayor calado cuando los índices salgan del
lateral comentado. Si finalmente hay una patada hacia adelante, lo más seguro
es que tanto el eurostoxx 50 como el 600 rompan los laterales comentados al
alza.
¿Y
si no se llega a un acuerdo este mes y Grecia no recibe asistencia finaciera?
Aunque no sea nuestro escenario más probable, hemos de tenerlo en cuenta. Si a final
de junio los socios europeos no prestan asistencia financiera a Grecia, el
estado griego no podrá pagar al FMI los 1.600 millones de euros que le vencen.
Se producirá un default y el BCE no podrá prestar asistencia financiera y
Grecia no podrá conseguir financiación en el mercado (esta misma semana ha
emitido letras del tesoro con buena acogida por parte de los inversores). Por
muy descontado que lo tengan los inversores, lo más probable es que haya una
corrección más o menos severa del mercado. Entonces habrá que ver los índices
europeos a más largo plazo. Lo más probable es que tanto el Eurostoxx 50 como
el Eurostoxx 600 busquen soportes en niveles inferiores a los mínimos de mayo
que este mes han frenado las cotizaciones.
Evolución
en velas semanales del Eurostoxx 50. Los soportes de medio plazo los situamos
en la zona de 3.300 (máximos del año pasado y media de 50 semanas) y en 3.100
(directriz alcista iniciada en el verano del 2012 y media de 500 semanas).
Si
se diera este caso y el Eurostoxx corrigiese hasta esta zona, sería una
clarísima zona de compra. Los inversores se darían cuenta de que la salida de
Grecia del Euro no tiene efectos devastadores para el resto de la eurozona (los
cortafuegos ni la liquidez, ni los tipos de interés de hoy son los que teníamos
en 2010) y verían la corrección como oportunidad de compra.
Algo
similar ocurre con el Eurostoxx 600. Podría irse sin problemas a la zona de
350-365 puntos y seguiría estando en el canal alcista de medio plazo y por
encima de las principales medias de largo plazo.
¿Estamos
preparados para ver las bolsas europeas caer un 10% adicional a las caidas que
se ha producido? Esa es la primera pregunta que debemos hacernos cuando
entramos en renta variable. La renta variable es volátil y siempre puede haber
correcciones incluso superiores aunque estemos en una tendencia alcista tan
clara como la que estamos. Este no es nuestro escenario más probable pero
debemos estimarlo como un escenario probable. Hacer este ejercicio mental es
muy sano porque es la única manera de poder ver las posibles correcciones como
oportunidad de compra. Si no nos lo habíamos planteado, y se produce,
entraremos en pánico y muy posiblemente deshagamos la inversión justo el día
que el mercados se gira a la baja.
Así
pues, cómo nuestro escenario central es que tendremos un mes de alta
volatilidad y finalmente habrá solución transitoria a Grecia, mantenemos riesgo
de renta variable en cartera pero por debajo de los límites que admite cada
perfil de riesgo y siempre a través de activos menos volátiles que los índices.
De esta forma si rompemos al alza acompañaremos al mercado y si hay
correcciones, caeremos menos y podremos aumentar riesgo cuando lleguemos a los
soportes principales.
Pero
a corto plazo no animo a nadie a que se juegue todo o nada ver qué pasa con
Grecia y sus negociaciones con los acreedores.
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