Aún es pronto para hacer conclusiones sobre la
evolución de los resultados
empresariales del primer trimestre del 2014. Hoy ha publicado la primera
compañía del Ibex 35 y en Europa sólo han publicado 44 compañías del Eurostoxx
600. No obstante se puede observar lo que viene siendo habitual en los últimos
trimestres. Y es que independientemente de si los resultados son mejores o
peores de periodos anteriores, lo más relevante es que una vez más las
compañías de Estados Unidos sorprenden positivamente las estimaciones de los
analistas, mientras que las europeas lo hacen al contrario. Hoy los resultados
de Bankinter, por ejemplo, han sido muy buenos y ha mejorado los del primer
trimestre de 2013, tanto en beneficios como en márgenes. Sin embargo ha abierto
con caídas superiores al 2% porque el mercado estimaba unos beneficios de 65
millones de euros y al final han sido 60 millones (en el primer trimestre de
2013 ganó 50.4 millones).
Pues bien, de las 44
compañías que han publicado en Europa, la sorpresa acumulada respecto a lo
estimado ha sido negativa tanto en ventas (-1.48%) como en beneficios (-4.32%),
tal y como se aprecia en la siguiente tabla de bloomberg. Sería el octavo
trimestre en el que las compañías de este índice no superan expectativas.
Todo lo contrario que ocurre con las compañías del S&P500. En los
últimos trimestres, las estimaciones de los analistas se quedan cortas y los
resultados terminan sorprendiendo al alza. De momento han publicado 118
compañías, con unas sorpresas positivas acumuladas en ventas del 0.13% y del
4.92% en beneficios.
Sin duda, además del mejor comportamiento macro, esto
explica por qué la bolsa americana lo
está haciendo sistemáticamente mejor que la europea. Además, se explicaría
que cada vez que nos acercamos al inicio de la publicación de beneficios, los
inversores hacen caja en Estados Unidos para hacer apuestas en Europa a la
espera de que cambie la tendencia y en cuanto comienza la batería de datos,
vuelve la apuesta por Estados Unidos. En el siguiente gráfico de evolución
comparativa entre el Eurostoxx 600 y el S&P500 se aprecia el peor
comportamiento desde la crisis de Europa desde comienzos de la crisis, así como
los intentos de repunte comentado y el nuevo giro a la baja de las última
sesiones.
Es necesario que de una vez por todas las empresas
europeas sorprendan positivamente las estimaciones de los analistas para dar
argumentos a los inversores para apostar definitivamente por ellas.
En cuanto a sensación de riesgo, parece que el mercado
empieza a entender que los problemas de Ucrania no van a traspasar sus
fronteras y se respira cierto aire de tranquilidad entre Rusia y la Otan.
Seguirá habiendo incertidumbre hasta el momento de las elecciones, pero no
parece que sean argumentos suficientes como para poner en peligro la tendencia
de los mercados. Prueba de una menor sensación de riesgo es que el bono alemán finalmente no perforó a la baja la
zona del 1.50% posibilitando que las primas de riesgo estén hoy en mínimos
anuales. La del bono español ya está situada en la zona que barajábamos a final
del año pasado como objetivo en 150 p.b. y la del resto de periféricos también
ha mejorado claramente.
Lo importante no es tanto la prima de riesgo, sino el
abaratamiento de la financiación de nuestro estado. En el siguiente gráfico de
largo plazo se observa que la Tir del
bono español a 10 años ya está en zona de mínimos históricos, sólo
alcanzados en el año 2005, periodo de máxima bonanza financiera de nuestro
país, donde incluso nuestros bonos cotizaban a tires más bajas que las del bono
alemán.
A propósito de este gráfico, se observa que justo este
año se ha perforado a la baja el nivel del 3,75% que era zona de
resistencia en el periodo 2.008-2.010. Desde que comenzó la crisis de los
periféricos, la subida o bajada de rentabilidad ha estado fuertemente
correlacionada con las caídas o subidas del Ibex respectivamente. En el
siguiente gráfico comparamos la evolución
del Ibex 35 frente al inverso de la rentabilidad del bono español, para así
poder ver mejor esta correlación.
En primer lugar, se aprecia perfectamente cómo se han
movido ambas líneas al unísono desde final del 2009. Sin embargo, la línea
blanca (inverso de la tir del bono) ha superado este año los máximos de 2.009-2.010,
mientras que el IBEX aún no ha sido capaz de acercarse a la zona de 11.000
puntos en los que se sitúan los máximos del 2.011. Entendemos que esta divergencia está provocada por una
mayor visibilidad de la renta fija (mayor demanda que oferta) y quizás por lo
que hemos comentado de que las compañías no terminan de superar expectativas en
cuanto a sus resultados. A nada que lo consigan, entendemos que esta
divergencia a favor de la renta variable española debería corregirse y el Ibex
tendría que superar la zona de 11.000 puntos.
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