El respaldo que mostró ayer el Bundesbank a que el BCE adopte medidas en su próxima reunión de
junio, volvió a generar un apetito por la renta fija por parte de los
inversores. La rentabilidad del bono alemán perforó de nuevo los mínimos
anuales y hoy cotiza ya en el 1,40%. Esta apuesta por la renta fija se confirmó
sobre todo en el mercado primario español con los siguientes hitos:
·
La subasta de
letras del tesoro fue un éxito con una colocación de 4.513 millones de euros al
0.362% (seis meses) y 0.598% (año).
·
El tesoro además,
colocó un bono a 10 años ligados a la inflación por importe de 5.000 millones.
Las peticiones de este bono fueron nada menos que de 20.300 millones de euros.
Con las operaciones de ayer, el tesoro cubre ya el 51% de su programa de
financiación de 2.014 (ha captado 103.500 millones de euros).
·
Bankia lanzo una
emisión de bonos subordinados. Pretendía captar 500 millones al 4,25%,
pero la fortísima demanda de hasta 4.200 millones de euros, provocó que
colocase el doble previsto (1.000 millones) y a un tipo inferior (4%). Si
tenemos en cuenta que el rating de esta emisión de B+ por Fitch, nos
podemos hacer una idea de los niveles a los que está llegando el apetito por el
riesgo de los inversores de renta fija.
·
Telefónica batió
el record de financiación barata. Emitió ayer bonos a 8 años por importe de
1.250 millones de euros al 2.24%. Una tir inferior a la del bono del tesoro
español, que a ese plazo cotiza a una tir del 2.4%. La demanda superó los 4.000
millones en unas horas, cuando se vieron obligados a “cerrar libros”.
Viendo estas noticias, queda claro que los inversores tienen claro que se tardará
en subir tipos, y también que las compañías españolas no tienen riesgo de
default. Haces sólo unos meses era impensable tan siquiera que Bankia acudiese
al mercado primario, y menos con unas subordinadas al 4.25%. Pensar que encima
la fuerte demanda iba a generar que emitiese más cantidad de la prevista y a un
tipo inferior sería de locos.
Creo que todos tenemos claro que los tipos tardarán
bastante más tiempo del que pensábamos hace unos meses, en subir. Cuando el verano pasado Bernanke dijo que podría
empezar con el tapering (ir reduciendo el programa de recompra de activos), el
mercado sí que descontó que era la frase que marcaba el fin de los tipos bajos
y la mayoría de las tres de los bonos refugio comenzó a subir, y los inversores
se apresuraron en hacer caja, siendo las divisas y bonos de mercados emergentes
en general los que más sufrieron. Sin embargo, desde principios de año, los
emergentes han reaccionado, subiendo tipos, y tanto Estados Unidos como están
dejando claro en sus mensajes que tardarán en subir tipos. Esto está provocando
que de nuevo las divisas de los emergentes recuperen posiciones en estas
últimas semanas.
Y en el movimiento de las divisas, puede que esté la
clave para que occidente vuelva a crear inflación. El BCE lo tiene claro. En
los últimos meses, el euro se ha fortalecido respecto a todas las monedas,
tanto el dólar como las divisas emergentes y esto ha provocado abaratamiento de
las importaciones, limitando claramente la subida de precios. Estados Unidos sí
que ha conseguido mantener un poco más alto el nivel de inflación puesto que
aunque su divisa ha estado muy fuerte respecto a emergentes, se ha debilitado
frente el euro y YUAN, por lo que las importaciones desde Europa y China no se
han abaratado tanto.
Sin embargo, la estabilidad o recuperación de las
divisas emergentes y la apuesta por la debilidad del Euro que parece que quiere
tomar el BCE, puede dar un giro a los acontecimientos. Si las divisas
emergentes se aprecian respecto a las desarrolladas, y el euro se debilita
frente al dólar, sí que podremos comenzar a pensar que habrá inflación en
Europa y Estados Unidos. Al menos, se podría conseguir que vuelvan al rango
previo al inicio de la crisis, que sería entre un 1.5%-2.5% para la inflación europea…
Y del 1.5-3% para la inflación de Estados Unidos.
Como hace tiempo que no actualizamos los gráficos de
la evolución de las divisas emergentes frente al dólar hoy lo haremos. Ahora no
se habla tanto de esto ya que estaba de moda a principios de año cuando estaban
en plena crisis. Sin embargo fue llenar titulares y comenzar a recuperarse
todas.
Evolución del Rublo
ruso frente al dólar. Los máximos históricos de 2009 volvieron a funcionar
como resistencia, y a partir de ahí, a pesar de la crisis de Ucrania, la divisa
rusa está recuperando posiciones.
Evolución del real
brasileño frente al dólar. Al igual que el Rublo, la zona de máximos de
2009 ha funcionado como resistencia y desde ahí, la divisa brasileña se está
recuperando rápidamente.
Evolución de la Rupia
india. En el momento en el que subieron tipos en la India, se marcó
un máximo muy relevante en esta moneda, y ahora está justo en la directriz
alcista.
Evolución de la lira
turca frente al dólar. Se paró en la parte superior del canal alcista. La
subida de tipos frenó su depreciación y desde entonces se recupera con mucha
fuerza.
Evolución del Euro
frente al Dólar. El movimiento ha sido justo al contrario. El euro se ha
fortalecido (el dólar debilitado) desde la famosa frase de Draghi diciendo que
haría lo posible por salvar nuestra moneda. La semana pasada tocó justo la
directriz alcista desde 2.008 y parce generar un rebote en esta zona tras las
palabras de Draghi.
En definitiva, si el BCE consigue que el euro se
debilite, conseguirá por un lado que la inflación repunte, así como hacer a las
compañías europeas más competitivas (tanto frente a la demanda interna como
externa) por lo que mejorarán las ventas. Por tanto, el escenario, aunque a
corto plazo sea idílico para la renta fija, nos hace pensar que a medio plazo
es el escenario perfecto para la renta variable, sobre todo europea.
·
Tipos en mínimos.
Hace aumentar la valoración actual de los flujos futuros. Además abarata
muchísimo la financiación de las empresas cotizadas, tal y como hemos expuesto
al principio.
·
No hay inflación,
pero los bancos centrales están empecinados en crearla. La renta variable suele
funcionar bien cuando se crea inflación.
·
El euro ha tocado
máximos este año respecto a casi todas las monedas. Esto ha lastrado en los
últimos trimestres los resultados de las compañías. Si esta situación cambia,
sería muy beneficioso para nuestras compañías que no tendrían que competir
tanto en precio.
En cuanto a
la renta fija, aunque puede seguir y seguirá teniendo recorrido (la demanda sigue siendo superior a la oferta), hay que estar muy vigilantes. Los
inversores que están entrando en estos activos vienen en su mayoría de activos
muy poco volátiles atraídos por las fuertes revalorizaciones del último año.
Nos tememos que en cuanto haya la más mínima corrección, pueda haber
desbandada, y la rentabilidad actual empieza a no compensar el riesgo. Además,
si se consigue que la inflación crezca, los inversores por fuerza comenzarán a
exigir rentabilidades más altas a los bonos. Históricamente el bono alemán a 10
años suele estar un 1%-1.5% por encima de la inflación. Con el último dato de
inflación en 0.7% y el bono al 1.4% más o menos salen los números, pero a nada
que la inflación supere el 1%, los bonos alemanes deberían irse por encima del
2%.
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