Tras el discurso de Yellen, los mercados reaccionaron con
fuertes ventas, tanto en los bonos como en la renta variable americana. La tir
del bono americano llegó a subir 10 p.b y el S&P500 corrigió un 1.25% en
sólo una hora. Pero, ¿qué dijo la nueva
presidenta de la FED para que los mercados reaccionaran tan mal? La verdad
es que la reunión estuvo muy en línea con lo esperado. Volvió a reducir en
10.000 millones el programa de recompra de activos, fijándolos en 55.000
millones de dólares mensuales (30mm$ en deuda pública y 25mm$ en titulizaciones
hipotecarias) y conserva su política de reinversión de los nominales de los
bonos que van venciendo. Tampoco hubo grandes cambios en las perspectivas a
futuro. Destaca la leve revisión a la baja de expectativas de crecimiento del
PIB pero compensada por mejores perspectivas del desempleo, tal y como se
aprecia en la siguiente tabla elaborada por Intermoney S.V.
Entonces,
¿qué es lo que provocó las ventas tanto
de renta variable como de renta fija? Respecto a la reunión de diciembre,
se elevan las expectativas de subidas de tipos para final de 2015. la mayoría
de los miembros votantes de la FED sitúa ahora la expectativa de tipos de
interés para finales de 2015 en torno al 1% frente al 0,75% de diciembre, y los
de 2016 más cerca del 2% que del 1,75%. Ya sabemos que el mercado se adelanta y
los inversores ya están viendo claro que no habrá tipos en el 0.25% de por
vida. Según la mayoría de analistas, se prevé que la FED seguirá reduciendo su
programa de recompras de activos al ritmo actual hasta finales de año. A partir
de ahí, en función de las expectativas de inflación y datos de creación de
empleo, seguirá instrumentando medidas para eliminar liquidez del sistema antes
de comenzar a subir tipos. Según qué casa de análisis se descuenta que empezará
entre final del segundo o del tercer trimestre del 2015.
Esto
explica en cierta medida las ventas de
los bonos, pero a la renta variable entendemos que lo que no le gustó es la
decisión de eliminar el umbral del 6.5% de tasa de paro como referencia principal
para actuar, sustituyéndolo por algo más ambiguo “la entidad decidirá poner fin
a su política monetaria acomodaticia cuando se alcance un equilibrio adecuado y
constante entre sus dos objetivos de largo plazo, maximizar el empleo y una
inflación del 2%” y “esta evaluación tendrá en cuenta una amplia gama de
indicadores, incluyendo las condiciones del mercado laboral, presiones
inflacionistas, expectativas de inflación o desarrollo de los mercados
financieros”.
Ya
sabemos que a los mercados financiero no les sienta bien las incertidumbres.
Prefieren tener claro que si el paro llega al 6.5%, se reducen las políticas
monetarias expansivas, pero visto en perspectiva, a nosotros nos parece muy
positiva las declaraciones. Mientras no hay expectativas de inflación, la FED seguirá apoyando al mercado, y
han dejado claro que no sólo están mirando su economía y si la situación global
sigue empeorando, pues continuarán su política monetaria acomodaticia. Es
decir, parece que la FED no va a poner en peligro la recuperación económica
global.
Por
tanto, tras la reunión de la FED, no cambia en exceso nuestra visión del
mercado. Sí que es verdad que en este primer trimestre los datos macro no están
siendo tan positivos cómo se podría prever a principios de año, pero los bancos
centrales están virando sus discursos dejando claro que harán todo lo posible
para reactivar la economía si la situación siguiese empeorando. Por tanto, los
bancos centrales seguirán siendo la piedra angular que de sostén a los
mercados, sobre todo los de riesgos. Además, la visión de que los tipos de
interés tarde o temprano tendrán que subir provocará salidas de bonos refugio
que deberían beneficiar a los activos de riesgo. Hoy mismo, tras una apertura
negativa, hemos visto cómo el Eurostoxx de momento aguanta la zona de 3.050 y
el Ibex el nivel de 10.000 puntos.
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