Tal y como apuntábamos ayer,
los mensajes desde el BCE y Bundesbank,
apuntalaron el soporte de la semana pasada y consiguieron que la renta variable
recuperase la tendencia alcista. El cierre fue positivo y por encima de los
niveles que ayer comentábamos clave para pensar que las bolsas europeas
deberían ir a atacar de nuevo a los máximos anuales.
Sin embargo, los índices de
Estados Unidos se dieron ayer la vuelta y acabaron con caídas entre el 0.60%
del Dow Jones industrial y el 1.7% del S&P de pequeñas empresas.
El índice S&P500 cerró justo en la zona de
1.850 puntos. Tal y como se aprecia en el gráfico, esta zona ha sido nivel de
resistencia en enero y soporte desde marzo. Un cierre por debajo de 1845
pondría en dudas la tendencia en Estados Unidos y podría hacer caer al
S&P500 a la zona de 1800 puntos.
Los motivos para la vuelta
del mercado de renta variable de Estados Unidos no son claro. Puede ser el
cierre de mes, de semana, de trimestre, etc. La falta de alicientes; el que
Europa parece que esté fuerte; e incluso que los emergentes parecen estar
confirmando un suelo. No debería preocuparnos en demasía. La renta variable
americana había subido muchísimo y es normal que este año lo haga peor que la
europea. Al menos ese es nuestro escenario desde principios de año.
Por tanto, a pesar del
“miedo” que nos pueda contagiar este giro bajista de la bolsa usa, creemos que
Europa debería seguir al alza. Hoy quizás hay más dudas, porque se han visto
fuertes compras de bonos. La rentabilidad del bono alemán vuelve a la zona de
mínimos anuales en el 1.54%, pero no es por huida hacia la calidad, sino por
apuestas de políticas más agresivas por
parte del BCE. Prueba de ello es que también bajan las rentabilidades de
los bonos periféricos con Portugal a la cabeza. Su bono a 10 años cotiza por
debajo del 4% cuando a principios del 2012 lo hacía por encima de 14%. Esto no
puede ser negativo para los activos de riesgo europeos.
El Eurostoxx, al cierre consiguió superar la zona de 3.100 puntos. Tal
y como decíamos ayer, ahora la zona entre 3050 y 3080 son soportes claves y
mientras no se pierdan, los inversores aprovecharán para entrar en nuestro
mercado.
Y fuera de Europa, se sigue
manteniendo la fortaleza de los emergentes. No tanto en subidas, sino que al
menos se ha frenado la caída. El índice BRIC
que analizábamos la semana pasada, parece confirmar el suelo, y ya encadena dos
semanas de subidas, a punto de superar los máximos de febrero y marzo.
Y las divisas, salvo el
Renminbi, siguen recuperando posiciones frente al dólar. Esto significa que
China está consiguiendo lo que pretendía, que no es otra cosa que ganar
competitividad frente al resto de emergentes.
En los gráficos de largo
plazo se aprecia que tanto el real brasileño como el Rublo ruso han podido
hacer techo frente al dólar. Y eso que en estas últimas jornadas estos países
han visto cómo se ha empeorado su calificación crediticia. Pero ya sabemos que
las agencias de calificación siempre van por detrás del precio.
Real brasileño frente al dólar.
Rublo ruso frente al dólar. Ambos se han parado en la zona de máximos de 2009.
Por tanto, parece que tras
las fuertes alzas de Estados Unidos desde 2009, puede darse el caso de que
Europa y Emergentes comiencen de verdad a hacerlo mejor que la renta variable
americana. Tal y como decíamos ayer, habrá que estar muy atentos a las
actuaciones del BCE de la semana que viene, pero puede ser que Draghi marque la
pauta. De momento el Euro, tras las
declaraciones de las últimas semanas se está debilitando frente al dólar y parece volver a meterse dentro del canal bajista
de los últimos años. Tal y como avanzaba Draghi, a Europa no le conviene tener
un euro tan fuerte si queremos reactivar nuestra economía.
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